Se considera que una presa falla cuando no cumple alguna de las condiciones para las cuales fue diseñada.
Según un estudio internacional de presas divulgado por CONAGUA durante el año 2000 las principales causas de falla son las siguientes:

Tubificación y filtraciones 38%, Desbordamientos 35%, Cimentación 21%, Otras causas 6%.

Por tanto, se puede demostrar que la principal causa de falla en presas, aunque sea por poca diferencia de porcentajes se debe a problemas de tubificación y filtraciones.
Considerando que en México existen más de 4900 presas y que se han producido rupturas de cortinas en un porcentaje superior al 3.5%, extrapolando estos resultados podemos afirmar que en nuestro país ya se han producido más de 50 fallas por fenómenos de tubificación y filtraciones.
La tubificación es un fenómeno de erosión interna que se produce cuando un flujo de agua que se genera por la diferencia de potencial entre dos puntos del acuífero genera un arrastre progresivo de partículas formando un tubo a lo largo del terreno donde el régimen es turbulento

Durante los años 90, se desarrolló el concepto de Número de Intensidad de Inyectado, o método GIN tras experiencias en múltiples proyectos hidroeléctricos en varios países. La metodología nace de la conjunción de estudios analíticos sobre flujo de lechadas, estudios de campo sobre presiones de inyección y ensayes de viscosidad en laboratorio
Las características únicas del método son:
(1) Uso de una sola mezcla estable, que no sedimenta durante el procedimiento de inyección, para todo el proceso.
(2) Velocidad constante de bombeo a una presión que se incrementa a medida que la lechada penetra en las fisuras del macizo rocoso.
(3) Sistema computarizado de monitoreo de la presión, la velocidad de flujo,
penetrabilidad y el volumen inyectado a lo largo del tiempo.
(4) Se considera finalizado el inyectado cuando la trayectoria de inyectado
registrada en un diagrama de presión contra volumen interseca a una curva hiperbólica de energía previamente seleccionada.